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Los incidentes que involucran la caída de escombros de la fachada de un edificio son raros pero peligrosos y resaltan la importancia de las inspecciones rutinarias del exterior de los edificios, que son esenciales para la seguridad pública y para mitigar la responsabilidad de los propietarios de los edificios.
Las fachadas, que suelen estar expuestas a los elementos, pueden deteriorarse con el tiempo debido a la infiltración de agua, lo que provoca daños estructurales como grietas, desconchados y debilitamiento de la mampostería o el acero del interior. Las zonas con condiciones climáticas adversas pueden acelerar el deterioro, lo que genera condiciones inseguras. Las inspecciones periódicas de los edificios, que suelen exigir las normativas locales, ayudan a identificar estos problemas de forma temprana, evitan reparaciones costosas y garantizan la seguridad de los residentes, los peatones y los conductores. Además de las fachadas, las estructuras de aparcamiento y los tejados requieren una atención especial, ya que la intrusión de agua puede provocar moho, óxido y un mayor deterioro.
“Tanto en Nueva York como en Florida, los edificios están expuestos a dos elementos corrosivos que provienen básicamente de la misma fuente”, afirma Doug Weinstein, vicepresidente sénior de operaciones de AKAM Southeast. “En Nueva York, tenemos congelación y descongelación, y en Florida, sal y agua. Estos factores son los que causan los mayores problemas a los que se enfrentan las estructuras de los edificios. En Nueva York, al ser una ciudad tan poblada y con todo tan cerca de la acera, es responsabilidad de los propietarios y la administración realizar inspecciones periódicas para evitar una tragedia, como que se desprendan mamposterías y golpeen a un peatón. En Florida, aunque los edificios están más espaciados, sigue habiendo una intensa actividad peatonal, lo que da lugar al mismo problema. Se desea que las zonas que rodean los edificios sean seguras tanto para el tráfico peatonal como para el de vehículos. Los ladrillos que caen también pueden golpear a los vehículos, y eso puede ser igual o incluso más peligroso”.
Tras tragedias recientes como el derrumbe del edificio Surfside en el sur de Florida, se han implementado requisitos más estrictos para las inspecciones de edificios, y ahora se exige que los edificios de más de 25 años de antigüedad en Florida sean inspeccionados cada 10 años. En regiones como Nueva York, se exigen inspecciones periódicas cada pocos años para fachadas y estacionamientos. En última instancia, el mantenimiento proactivo y la detección temprana de problemas son fundamentales para la seguridad de todas las personas que se encuentran cerca del edificio.